martes, 27 de septiembre de 2011

“NOSTALGIA DE SIGLOS. CON ESTAS MISMAS DISTANCIAS” de Leopoldo Alas Mínguez


Vicente Molina Foix será el encargado de presentar "Nostalgia de siglos. Con estas mismas distancias", libro recopilatorio de los poemas de juventud (1979-1982) del siempre genial Leopoldo Alas Mínguez.


La presentación, que tendrá lugar el próximo jueves 13 de octubre a las 20,00 h. en el Centro Riojano de Madrid, sito en la calle Serrano, 25.


Leopoldo Alas Mínguez (Arnedo, La Rioja, 1962 – Madrid, 2008) es uno de los máximos exponentes de las letras españolas contemporáneas. Auténtico y brillante, Polo –como lo conocían sus más allegados- fue un escritor casi compulsivo; firmó cientos de columnas y artículos en prestigiosas publicaciones (El Mundo, Vogue, Vanidad, Odisea, Shangay Express, Zero), participó en debates, coloquios y tertulias dirigiendo el magnífico programa radiofónico Entiendas o no entiendas, que se convirtió en un programa de referencia para el colectivo LGTB.

Heredero del nombre y del talento de su tío bisabuelo Clarín, Leopoldo fue un verdadero apasionado de la poesía pero no se olvidó de flirtear –afortunadamente- con todos los géneros literarios dejándonos un extenso legado de su  genial obra. Como narrador Leopoldo Alas poseía una extraordinaria facilidad para transformar la realidad en literatura y abordar temas de actualidad para denunciarlos, criticarlos o caricaturizarlos.


Recordemos la genial obra del no menos genial autor que editó con Odisea Editorial, La loca aventura de vivir. Una desternillante sátira que comenzó siendo una serie de artículos periodísticos de finales de los 90 y que se han convertido en esta sobresaliente y divertidísima novela coral que retrata, con acertada astucia e ironía, los estereotipos que recorren a diario las calles de Chueca. Mariliendres, lederonas, cocainómanos, chaperos y hasta el propio Leopoldo viven su propia loca aventura de vivir.
Pico y Palo, Mané y Galo, Lucas la ejecutiva, Verónica, Chico o Jenny son sólo algunos de los protagonistas de esta genial travesura de Leopoldo en la que nada ni nadie se libra de la ingeniosa e implacable pluma de Alas. La loca aventura de vivir es una excelente caricatura de la flora y fauna del ambiente gay. Una mirada crítica y mordaz, más o menos compasiva, para demostrar la felicidad de vivir la vida hasta el límite.
Fue Vicente Molina Foix el que lo dio a conocer cuando en 1981 lo incluyó en una Antología de Poesía Joven que se publicó en la revista Poesía, acompañado de dos de sus mejores amigos, los también excelentes poetas Luis Cremades y Mario Míguez. Los Palcos (Ediciones de Poesía, 1988) fue su primera obra poética a la que siguieron otras como La condición y el tiempo (Colección Signos, 1992) en la que se recogen los rasgos de la llamada ‘poesía de la experiencia’ que define a la generación de poetas que eclosionaron en los 80. A esta le seguiría La posesión del miedo (Pretextos, 1996), El triunfo del vacío (Ocnos Alas, 2003) y Concierto del desorden (Calambur, 2007) que podrían ser consideradas sus obras más logradas.
“La poesía no puede recomponer, pero sí iluminar con caminos de salvación”.
Pero no sólo poeta. Leopoldo nos ha legado una extensa obra que nos demuestra el excelente narrador que era. Sus primeros relatos recopilados en África entera tocando el tam tam (Altalena, 1981) y Descuentos (Ediciones Libertarias, 1986) revelan su facilidad narrativa para recrear la realidad que nos rodea. Capacidad que queda más que demostrada en su primera y excelente novela Bochorno (Versal, 1991) obra con la que despide los felices ochenta y sus frívolos personajes. Y a la que le sigue la delicada insolencia de El extraño caso de Gaspar Ganijosa (Seix Barral, 2001) y la amarga y desasosegante A través de un espejo oscuro (Ocho y medio, 2003).

Agitador y polemista, su labor como periodista en varios medios de comunicación escritos (El Mundo, Zero y Shangay Express) y radiofónicos (Entiendas o no entiendas de RNE-5) fue encomiable. Leopoldo siempre defendió todo aquello que despertara su deseo de justicia y libertad desde la palabra. Destacado por ser uno de los máximos defensores de los derechos del colectivo LGTB. Fue uno de los pocos escritores que jamás oculto su opción sexual y sus ensayos sobre la comunidad LGTB como Ojo de loca no se equivoca (Planeta, 2002); De la acera de enfrente (Temas de hoy, 1994) y ¿Entiendes de cocina? Lo que comen los gays (escrito en colaboración con José Infante, prologuista de La loca aventura de vivir) denuncian con la misma furia irónica tanto la homofobia como la autocomplacencia sufrida por el colectivo LGTB.



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